Análisis comparativo entre la enseñanza tradicional y el aprendizaje basado en proyectos.
Por: Elvis Espitia Milanés, docente de matemáticas.
La enseñanza tradicional o directa ha sido el modelo educativo imperante
en las escuelas actuales de Colombia, de América Latina y de buena parte del
mundo. De Zubiría (1994, p. 50) menciona
que “no ha contado con defensores teóricos, aunque se cuentan por millares sus defensores de hecho”.
En su tratado de pedagogía conceptual, De Zubiría hace un completo análisis de los
elementos que sustentan la denominada pedagogía tradicional; entre otros
elementos menciona:
·
La pedagogía tradicional o enseñanza directa
está fundamentada en enseñar conocimientos y normas a los estudiantes.
·
El rol del maestro es el de trasmitir
informaciones elaboradas por otros y el del estudiante es asimilar las
informaciones o normas que el primero les dicta. En tal sentido, el maestro
debe actuar con exigencia y severidad para formar el hombre obediente que este
tipo de sociedad demanda
·
En coherencia con lo anterior, la actividad
educativa está enfocada a “repetir y hacer repetir, corregir y hacer corregir”.
(ibídem)
Buena parte de las actuales prácticas de aula
desarrollados por nuestro educadores caen dentro de este modelo de enseñanza,
que el fondo pone de manifiesto el tipo de hombre obediente que forma la sociedad para ponerla en la adultez
al servicio de los capitales que requieren poco análisis críticos de sus
empleados.
Muy a pesar del propósito anterior, dentro de la escuela
tradicional fuimos formados muchas generaciones de hombres y mujeres que de una forma u otra desplegamos dentro
del contexto social formas de pensamiento que permitieron asumir posturas
críticas dentro de la sociedad y de las tendencias educativas, que han creado
espacios de reflexión considerando que en la actualidad las demandas de la
sociedad del conocimiento requieren la formación de un hombre distinto, que
asuma de manera crítica los diferentes procesos socio-culturales del mundo
actual, que despliegue su creatividad para liderar procesos de cambios y
transformaciones cada vez más complejos que demandan pensamiento divergente de
las personas.
Dentro de esas
nuevas tendencias, se encuentra el aprendizaje basado en proyectos (ABP), una
propuesta educativa fundamentada en tendencias constructivistas donde el
estudiante asume un rol activo en su proceso de aprendizaje.
De acuerdo con Martí y otros (2010) el ABP busca
desarrollar en los estudiantes una de las más importantes competencias, la que
tiene que ver con la de “aprender a aprender”, considerando entre otras cosas
el paso de una construcción individual de conocimiento a un proceso de tipo social.
Para los Martí citando a Blank (1997), Harwell (1997) y a Martí
(2010), el ABP demanda que los
estudiantes trabajen de manera activa, planeen,
implementen, evalúen proyectos auténticos que resuelvan problemas de la
sociedad.
Aún a pesar de ser una propuesta novedosa, enmarcada en
el rol activo del sujeto que aprende, en nuestras escuelas se transforman de
manera muy lentas las prácticas pedagógicas, nuestra escuela muy poco aprende
de sus propios errores, siguiendo anquilosada en siglos pretéritos.
Por esto resulta significativo que los educadores
comiencen a reflexionar sobre sus propias practicas pedagógicas que pocos
aprendizajes general, tal como lo muestran las pruebas externas (tales como
PISA o SABER de 3°, 5°, 9° y 11°) aplicadas por
organismos internacionales como la OCDE o nacionales como el ICFES. En
los resultados de estas pruebas está la más fehaciente prueba de que los
aprendizajes escolares fomentados en nuestras escuelas privilegian procesos
repetitivos y memorísticos de información que producen este tipo de
consecuencias.
Se hace necesario entonces trabajar no solo de manera
individual, sino de manera colectiva como docentes, los cuelas interactuando
con sus pares construyan nuevos conocimientos en comunidades de aprendizajes,
tal como lo hacen los que generan el conocimiento disciplinar.
Solo cuando los educadores se den cuenta a través de sus
propias reflexiones de la necesidad de reorientar los procesos de aprendizajes,
entre los que una propuesta como la que constituye el ABP, podremos tener
estudiantes formados para atender las necesidades de una sociedad del
conocimiento que demanda complejos procesos de pensamiento para la resolución
de los múltiples problemas que la aquejan en la actualidad. Los maestros
tenemos la palabra.
Referencias.
De Zubiría, J. (1994). Tratado de pedagogía conceptual,
los modelos pedagógicos. Fundación
Alberto Merani, Bogotá, 1994.
Martí , J. Heydrich, M. Rojas, M. Hernández, A. (2010). Aprendizaje
basado en proyectos: una experiencia de innovación docente. Recuperado el 25 de
abril del 2014 de http://www.redalyc.org/pdf/215/21520993002.pdf

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